Los principales desafíos a los que se enfrenta el sector de la construcción industrial en 2024

Los principales desafíos a los que se enfrenta el sector de la construcción industrial en 2024

El año 2023 nos ha traído importantes desafíos para el sector de la construcción de naves industriales en España, principalmente motivado por el impacto de la inflación de costes y la subida de los tipos de interés. También hay otros factores, como la acuciante falta de mano de obra cualificada, que tienen una repercusión muy importante en los procesos constructivos. Según todos los indicadores, se avecinan cambios importantes en la economía, si bien, es de prever que durante el nuevo año se mantendrá la inercia acumulada gracias a la cartera de proyectos contratados y pendientes de ejecución, por lo que es previsible que durante 2024 los costes de construcción no bajen.

Sobrecostes medios de los materiales entre un 25% y un 30%

En relación con el precio de los materiales, los sobrecostes medios en las obras desde mayo de 2021 hasta diciembre de 2023 han oscilado entre un 25% y un 35% dependiendo del tipo de material.  Aunque es cierto que en el último semestre algunos precios de determinados materiales y suministros han tendido a estabilizarse, muchos otros han seguido subiendo, aunque con subidas mucho más suaves, eso sí.  Nadie recuerda un periodo con incrementos tan importantes en los últimos treinta años, ni tan siquiera en los años previos a la crisis de 2008. No ha sido fácil asimilar estos sobrecostes tanto para los clientes, que se han visto obligados a incrementar la dotación de recursos destinados a la construcción de sus proyectos en curso (muchos otros decidieron esperar para iniciar la construcción constatando más tarde que los precios no solo no bajaban, sino que seguían al alza), como para las empresas constructoras que hemos visto cómo los márgenes se recortaban o incluso llegaban a diluirse en su totalidad.

Muy influyentes en el precio de los materiales son los suministros, tales como, el gas y la electricidad, que resultan indispensables y con gran impacto en los costes de la fabricación de materiales como el ladrillo, el hormigón, el vidrio o el acero.  Dado que existe una gran dependencia de la industria de la construcción de la energía, parece improbable que los costes de estos materiales tiendan a bajar porque no se prevé una bajada sustancial de la energía en el corto plazo inmersos como estamos en un contexto global de gran incertidumbre geopolítica.

Por otro lado, aunque la incertidumbre económica se extiende, la demanda de materiales sigue siendo alta frente a una oferta que no ha logrado mantenerse al ritmo todavía lastrada por los efectos nocivos de la pandemia del COVID-19 que condicionó notablemente la cadena de suministro global generando retrasos en la entrega de materiales y una presión al alza sobre los costes de transporte.

Subida constante de los tipos de interés

Al igual que la inflación de costes, hemos vivido en los últimos ejercicios una subida de los tipos de interés llegando a cotas que casi no recordábamos pasando del 0% al 4,5% en poco más de un año. Unas subidas de tipos que a duras penas han logrado contener la inflación que afecta tanto a los costes de los materiales como a los salarios.

Estos tipos de interés altos han limitado el acceso al crédito y a la inversión para muchas empresas y, para otras, han traído un incremento de la cautela de determinados inversores a la hora de iniciar la construcción de nuevos proyectos al volverse más selectivos y rigurosos en la selección de nuevas oportunidades. A lo largo del presente ejercicio hemos visto como los grandes promotores han limitado considerablemente o incluso han eliminado la promoción y construcción de naves industriales a riesgo, sin un contrato firmado con un futuro inquilino.  

Sin embargo, y a pesar de todo, también hemos constatado que la demanda de solares industriales junto a los principales ejes de comunicación de las grandes ciudades, sigue manifestándose con vitalidad. En este 2023 se han materializado algunas importantes compraventas de grandes parcelas destinadas a acoger naves para el almacenamiento y la distribución logística o destinadas a acoger “Data Centers” y, aún con mayor notoriedad, bastantes compraventas de parcelas destinadas a acoger a la industria tradicional que normalmente demanda modulaciones más pequeñas de solar entre los 5.000 m2 y los 10.000 m2.  Todas las empresas quieren estar cerca del consumidor y éste se concentra cada vez más en las grandes ciudades. Fenómeno éste de carácter global que no da muestras de invertir su tendencia a medio plazo. Por consiguiente, las empresas seguirán buscando nuevos espacios para ubicar sus edificios donde desarrollar su actividad económica junto a las grandes ciudades que cada vez se distanciarán más de las ciudades más pequeñas y con menos actividad económica.

Particularizando en Madrid, vemos que el eje de la A2 y el de la A4 y A42 siguen siendo muy importantes no solo para ubicar las grandes naves logísticas sino también para la industria tradicional, de la que normalmente no se habla, pero que, dadas sus necesidades de adaptación y crecimiento, sigue invirtiendo en la compra de nuevos solares industriales a unos propietarios que en muchos casos son los mismos, ya sea de parcelas grandes o de parcelas industriales más pequeñas. Estos propietarios, que en muchos casos ya han vendido en los últimos años, esperan seguir vendiendo a los niveles de precios actuales, sin ninguna prisa por hacer líquidos sus activos.

Predecir cuál será la evolución exacta de los tipos de interés para 2024 resulta muy complicado, si bien, el Banco Central Europeo ha rebajado sus previsiones de inflación media para 2024 del 3,2% al 2,7%, y, aunque también ha rebajado las perspectivas de crecimiento del PIB en la zona Euro, parece razonable esperar una estabilización o incluso algún pequeño ajuste de los tipos de interés para el segundo semestre del nuevo año, pero manteniéndose en niveles similares al actual.

Déficit de mano de obra cualificada

No es previsible a corto plazo una mayor disponibilidad de mano de obra cualificada porque durante este nuevo año se mantendrá la actividad constructiva gracias a los proyectos en cartera aún por ejecutarse.  Consecuentemente, no es de prever una bajada de los costes salariales porque vaya a haber más disponibilidad de profesionales en el mercado laboral a corto plazo.  

Durante la anterior crisis, salieron muchos profesionales del sector que nunca más han regresado y no se ha podido producir un relevo generacional normalizado.  Además, parece que existe un generalizado desinterés de los jóvenes en trabajar en la industria de la construcción motivado por varios factores:

  • Percepción de trabajo físico y duro: el trabajo en la construcción a menudo se ve como un trabajo físicamente exigente y sometido a condiciones duras frente a los trabajos menos físicos y más cómodos en entornos de oficina.
  • Con el auge de la tecnología y la digitalización, el interés se traslada a carreras relacionadas con la tecnología en las que el trabajo es percibido como más moderno e innovador.
  • Muchos jóvenes pueden no ser conscientes de la variedad de roles y oportunidades de carrera en la industria de la construcción, incluyendo aquellos que involucran la tecnología y la gestión de proyectos.
  • Existe cierto estigma social asociado a los trabajos manuales que son considerados como “menos prestigiosos”. 
  • Hay cierto desconocimiento en cuanto a las expectativas salariales y las condiciones laborales, algo que llama mucho la atención puesto que las oportunidades que ofrece el sector de la construcción suelen ser notablemente mejores que las que se ofrecen en otros sectores profesionales.
  • Las nuevas generaciones parece que tienen diferentes valores y prioridades en cuanto al equilibrio entre laboral y vida personal y la construcción puede que no sea percibida como un sector en el que se pueda tener menor dedicación al trabajo en favor de más tiempo personal con jornadas reducidas, por ejemplo.

Todos estos factores no contribuyen al relevo generacional orgánico en el sector, por lo que, mientras los niveles de actividad se mantengan, seguirá existiendo el actual déficit de mano de obra cualificada y consecuentemente, los costes laborales permanecerán en niveles altos.

En Napisa nos dedicamos a la construcción de proyectos llave en mano en el sector industrial y terciario desde hace 32 años.  En nuestra propuesta de valor incorporamos el compromiso minimizar los riesgos de nuestros clientes por lo que nos comprometemos con un precio y un plazo cerrados desde que entregamos el primer anteproyecto, algo que hacemos antes incluso de que nuestro cliente haya comprado su nuevo solar industrial. También ofrecemos a nuestros clientes un amplio catálogo de solares industriales no solo en la Comunidad de Madrid, sino también en las principales ciudades.

Hemos construido más de dos millones de metros cuadrados. Más de 400 proyectos construidos nos avalan.